By now, we have all witnessed on TV the horrifying scenes of children being separated from their parents at the US-Mexico border. These actions are a direct result of the current administration’s directive of zero tolerance for immigrant persons—even those seeking asylum—who seek to enter into the United States without authorization. Despite last week’s executive order aimed at “keeping families together,” it is unclear how many of the 2,300 children already separated from their parents have been or will be reunited with them, or if future separations at the border will cease to occur. Nor does the order offer any long-term solution to the crisis of families fleeing pervasive violence and oppression in Guatemala, El Salvador, Honduras, and other Latin American countries.
This is particularly disturbing for us at Fenway Health, not just because we are a diverse family of staff and patients, but also because of the possible long-term harm that this policy is causing to young children and their parents. According to the American Academy of Pediatrics, exposing children to traumatic events and prolonged stress (such as separation from a parent) disrupts their healthy development and can lead to short and long term negative effects on their physical and behavioral health. Parents’ lives are also irreversibly scarred. Compounding this unnecessary suffering is the realization that these children and their families have likely already experienced abuse and violence both in their home countries and on their journey here, which makes any additional trauma at the border that much more lethal.
As a federally qualified health center, Fenway Health has a responsibility to advocate for the most vulnerable members of our society. Our work throughout the years, specifically with asylum-seeking immigrant survivors of anti-LGBTQ violence in their home countries, has taught us the virtue of supporting those who flee discrimination and persecution in search of safety and a better life. As an organization that offers care across the entire age spectrum, we know that all families—be they traditional or alternative in their makeup—require support and nurturing. It is for these reasons that we call on our government to keep immigrant families together while claims of asylum are adjudicated, and on our community to make its collective voice heard to our elected officials in demanding a workable and humanitarian solution to this crisis.
American Presidents from both major political parties in recent history have regularly reminded us that we are, and always will be, a nation of immigrants. The unacceptable and inhumane policies of family separation and prolonged detention of Latinx people along our country’s southern border violate one of the core values that our nation stands for: the importance of family. It is imperative that the Administration halt any further family separations, figure out a way to quickly reunite those families that have already been separated, and explore other procedures for processing immigration and asylum cases for families who have come here seeking a better life.
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Todos hemos sido testigos en la televisión de las horripilantes escenas de niños separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México. Estas acciones son un resultado directo de la directiva actual de la administración ejecutiva estadounidense de cero tolerancia para las personas inmigrantes, incluso aquellas pidiendo asilo, que buscan ingresar a los Estados Unidos sin autorización. A pesar de la orden ejecutiva de la semana pasada dirigida a “mantener unidas a las familias”, no está claro cuántos de los 2,300 niños que ya fueron separados de sus padres se han reunido o se reunirán con ellos, o si las separaciones futuras en la frontera dejarán de ocurrir. La orden tampoco ofrece ninguna solución a largo plazo a la crisis de las familias que huyen de la violencia y la opresión generalizada en Guatemala, El Salvador, Honduras y otros países de América Latina.
Esto es particularmente inquietante para nosotros en Fenway Health, no solo porque somos una familia diversa de personal y pacientes, sino también por el posible daño a largo plazo que esta norma está causando a estos niños pequeños y sus padres. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, exponer a niños a eventos traumáticos y a estrés prolongado (como la separación de uno de los padres) interrumpe su desarrollo saludable y puede provocar efectos negativos a corto y largo plazo en su salud física y mental. La vida de los padres también está marcada irreversiblemente. Agravando este sufrimiento innecesario es la realización que estos niños y sus familias probablemente ya han experimentado abuso y violencia tanto en sus países de origen como en su camino hasta aquí, lo que hace que cualquier trauma adicional en la frontera sea mucho más letal.
Como centro de salud comunitario, Fenway Health tiene la responsabilidad de abogar por los miembros más vulnerables de nuestra sociedad. Nuestro trabajo a lo largo de los años, específicamente con inmigrantes asilados sobrevivientes de la violencia anti-LGBTQ en sus países de origen, nos ha enseñado la virtud de apoyar a quienes huyen de la discriminación y la persecución en busca de seguridad y una vida mejor. Como organización que ofrece atención a personas de cualquier edad, sabemos que todas las familias, ya sean tradicionales o alternativas en su composición, requieren apoyo y cuidado. Es por estas razones que hacemos un llamamiento a nuestro gobierno para mantener unidas a las familias inmigrantes mientras se resuelven sus casos de asilo e inmigración, y en nuestra comunidad para que su voz colectiva llame a nuestros funcionarios electos al exigir una solución viable y humanitaria a esta crisis.
Presidentes estadounidenses de los dos principales partidos políticos nos han recordado regularmente a través de la historia que somos, y siempre seremos, una nación de inmigrantes. Las normas inaceptables e inhumanas de separación familiar y detención prolongada de personas latin@s a lo largo de la frontera sur de nuestro país violan uno de los valores fundamentales que defiende nuestra nación: la importancia de la familia. Es imperativo que la Administración detenga cualquier separación familiar adicional, descubra una forma de reunir rápidamente a las familias que ya han sido separadas, y explore otros procedimientos para procesar casos de inmigración y asilo para las familias que han venido aquí en busca de una vida mejor.